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Estanque de lavado de dinero

Money Laundering Wishing Well

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La costumbre de arrojar monedas a un estanque, pozo o fuente además de estar ligada al turismo, tiene un origen mucho mas antiguo. Es una creencia que nos remonta al Imperio Romano, se pensaba que el agua estancada tenía propiedades curativas, de ahí que aún persistan rituales tales como el bautismo. También se creía que una fuerza sobrenatural como dioses o guardianes de los estanques habitaban en sus profundidades, y que al ofrecer una ofrenda, estos cumplirían el deseo que se les pidiera, siempre y cuando el deseo fuera pedido en silencio. Las monedas son la ofrenda que se entrega a al estanque.

A finales del año 2013 se publicó una nota en diversos periódicos nacionales explicando que en Ciudad Juárez, a falta de presupuesto, las estatuas de metal estaban siendo limpiadas con salsa Valentina y que ésta era de gran efectividad. En las fotografías que acompañan a las notas de periódico se puede ver a un hombre limpiando una estatua con un bote de salsa en mano, mientras que de la estatua chorrea un viscoso líquido rojo que bien podría ser sangre. La estatua no sólo estaba siendo limpiada, estaba sangrando. Y cómo no, era cuestión de tiempo para que un cuerpo eternamente quieto y de pie, en Cd Juárez o en cualquier parte de este país fuera herido. Cuando esta sangre empezó a brotar por todas partes, el agua que inundaba los “estanques de los deseos” desapareció. Estos se llenaron con la misma sangre que la de las estatuas. Una sangre que también sirve para lavar dinero, no sólo estatuas. Se dice que al arrojar una moneda a un estanque, ésta debe de caer al fondo con el símbolo nacional hacia arriba para que el deseo se cumpla. Esto mismo aplica al lavado de dinero en estanques. Es imposible ver el fondo de un estanque de lavado de dinero por lo cual nunca podremos saber si una moneda cayó con el símbolo nacional hacía arriba o hacia abajo. Cuando somos cómplices en estos ritos muchas veces lo que estamos tratando de hacer es explorar y averiguar lo que no se ve, saber qué cara de la moneda ve hacia arriba. Este (sobre) deseo, de no sólo desear si no esperar que la moneda aterrice de la forma correcta es un espacio ideológico que se encuentra entre construcciones reales e imaginarias o deseadas. Es un tiempo de transición y posible blanqueamiento que transforma lo no útil en útil, la potencia en acción o lo simbólico en realidad. Tal vez sea por eso, por este espacio ciego, que el arte ha operado como herramienta del lavado de dinero de forma efectiva. Teniendo esto en cuenta no es raro que algunos atrevidos y mal informados supersticiosos digan que el espíritu o guardián que resguarda este estanque es de Juan Ramírez quien en realidad es Valentina Ramírez Avitia, una soldadera que nació en 1893 en Durango y que a los 17 años, en plena Revolución Mexicana, se uniera al ejercito Maderista vestida de hombre y haciéndose pasar por un tal Juan Ramírez. Un año después un soldado descubrió las trenzas del teniente Juan Ramírez y Valentina fue dada de baja del ejército. La Salsa Valentina fue nombrada en honor a esta mujer. Esto es otro ejemplo de cómo este espacio ciego es lo que posibilita la historia, pero lo que también es ocultado y desprestigiado. La historia tuvo que ser blanqueada para poder darle valor y luz.

The custom of throwing coins into a pond, wishing well or fountain besides being linked to tourism, has a much older origin. It is a belief that goes back to the Roman Empire, it was thought that stagnant water had healing properties. It was also believed that a supernatural force like gods inhabited its depths, and that by providing an offering, they would fulfill the wish that was asked to them. Coins are the offering that is delivered to the pond.

In October 2013 a note was published in various Mexican newspapers explaining that in Ciudad Juarez, due to lack of budget, metal statues were being cleaned with Salsa Valentina* and that it was highly effective. In the photographs of the newspaper notes you can see a man cleaning a statue with a bottle of Valentina sauce in one hand, while the statue drips a viscous red liquid that appears to be blood. The statue was not only being cleaned, it was bleeding. And of course, it was a matter of time for an eternally still and standing body in Ciudad Juarez or anywhere in Mexico to be violently injured. This blood began to sprout everywhere, the water that flooded the wishing wells disappeared. These were filled with the same blood as that of the statues. A blood that also serves to clean or launder money, not just statues. 

When throwing a coin into a wishing well, it must fall to the bottom with the head side facing up so that the desire is fulfilled. The same applies when cleaning or laundering money in wishing wells. It is impossible to see the bottom of a money-laundering wishing well, we can never know if a coin fell with the head side facing up or down. When we take part in these rituals what we are actually trying to do is explore and find out what is not seen, to know which side of the coin is facing up. This (over) desire, of not only wishing but wanting the coin to land in the right way, is an ideological space that lies between real and imaginary or desired constructions. It is a time of transition and possible bleaching or whitening that transforms the unusable into useful, potentiality into action or the symbolic into real. Perhaps, because of this blind space, is why art has been used as a tool for money laundering so effectively.

 

* Valentina Sauce; is one of the most popular brands of "pourable" red hot sauce manufactured in Mexico 


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Archivo / Archive

Limpieza de monumentos con Salsa Valentina. Imagen de archivo, cortesía del artista.